MENINGIOMA
¿Qué es?
Un meningioma es el tumor cerebral benigno más frecuente y tiene su origen en las meninges (membranas que rodean el cerebro y la médula espinal). Estos tumores suelen presentarse entre los 40 y los 60 años, aunque pueden aparecer durante la infancia. Durante su crecimiento los meningiomas pueden comprimir el parénquima cerebral, sin invadirlo y deformar o engrosar el hueso craneal.
CAUSAS
Se ha relacionado la aparición de meningiomas con la exposición previa del paciente a la radioterapia o radiaciones ionizantes.
Las mujeres tienen el doble probabilidad con respecto al hombre de desarrollar un meningioma. Esto es debido a que estos tumores tienen receptores hormonales de progesterona.
SÍNTOMAS
Los síntomas de los meningiomas aparecen a medida que el tumor crece y comprime el parénquima cerebral o los nervios que tiene a su alrededor. Pueden incluir cualquiera de los siguientes:
- Dolor de cabeza
- Debilidad en un brazo o pierna
- Convulsiones
- Cambios en la personalidad
- Confusión o somnolencia
- Neuralgia trigeminal
TIPOS
La localización más frecuente de estos tumores en la base de cráneo es:
- Tubérculo selar (base de cráneo- fosa media): situados muy próximos a la glándula de la hipófisis y que suele comprimir los nervios ópticos. Su crecimiento suele producir pérdida de visión en uno o ambos ojos.
- Surco olfatorio (base de cráneo – fosa anterior): situados en la parte más anterior frontal donde se situan los nervios del olfato. Su crecimiento puede producir cambios de carácter y personalidad
- Petroclival (base de cráneo – fosa posterior): se localizan en la parte del cráneo donde se apoya el tronco cerebral y el cerebelo. Su crecimiento puede producir múltiples síntomas como pérdida de equilibrio, visión doble, parálisis facial, dificultad para tragar, etc.
DIAGNÓSTICO Y PRONÓSTICO
La tomografía axial computarizada (TAC) es la prueba inicial más utilizada para diagnosticar la presencia de un meningioma. El estudio se completa con la realización de una resonancia nuclear magnética (RNM) que nos dará más información en cuanto a las características y naturaleza del tumor, localización y relación de estructuras vásculo-nerviosas adyacentes.
El pronóstico es muy bueno si la extirpación del tumor es total. En algunos casos no es posible resecarlo en su totalidad porque el tumor engloba estructuras vitales y existe un alto riesgo de secuelas neurológicas. En estos casos es preferible dejar un pequeño resto tumoral sin extirpar y ver la evolución del mismo con el paso del tiempo, o bien tratarlo con radioterapia en una o en varias dosis fraccionadas, para evitar su posterior crecimiento.
TRATAMIENTO
Los meningiomas sintomáticos o que progresan en los controles radiológicos deben ser tratados mediante resección quirúrgica. Si el tumor es pequeño y profundo puede realizarse tratamiento con radioterapia.
Cuando la resección quirúrgica no puede ser completa se realiza un seguimiento radiológico o bien se completa el tratamiento con radioterapia fraccionada.
Para los meningiomas pequeños y asintomáticos, especialmente en pacientes ancianos, es suficiente con seguimiento radiológico.
